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domingo, 4 de noviembre de 2012

Pueblo Moqoit

 PUEBLO MOQOIT (MOCOVÍ - GUAYCURÚ)

Los grupos mocovíes fueron sociedades cazadoras-recolectoras, con una organización social basada en unidades conformadas por dos o más familias extensas, cuyos miembros se consideraban parientes entre sí. Estas unidades o "bandas" eran exógamas, con linealidad bilateral y con un predominio de la norma de residencia matrilocal. Durante el tiempo de primavera y verano, las bandas tradicionalmente aliadas se reunían para llevar a cabo diferentes actividades rituales. Una de las más importantes era el consumo de bebidas fermentadas, que les permitía consolidar los liderazgos y alianzas (Braunstein 1983).
Los mocovíes de Santa Fe sufrieron tempranamente las consecuencias de la colonización y evangelización española. En el siglo XVII incorporaron el caballo, lo que les posibilitó el dominio de extensos territorios. Posteriormente, desde mediados del siglo XVIII, en la región se instalan varias misiones jesuíticas (Paucke 1943). Durante los siglos XIX y XX, el avance de los colonos sobre los territorios de los mocovíes produjo la incorporación paulatina de estos últimos al mercado laboral regional mediante los "obrajes" o explotaciones forestales, las cosechas y los ingenios azucareros (Cordeu y Siffredi 1971).

Este proceso intensificó los cambios socioculturales y condujo, en muchos casos, a una progresiva asimilación con la población criolla de la zona, a través de las uniones matrimoniales y/o de estrategias de "invisibilización" étnica. Sin embargo, algunos grupos continuaron con la tendencia a las uniones intra-étnicas, así como con una serie de prácticas que nuestros interlocutores hoy reconocen como propias y, por ende, distintivas. Entre éstas se encuentran: prácticas de subsistencia como la pesca con la técnica de "fija", la preparación de alimentos tradicionales, la confección de artesanías para la venta, creencias ligadas al shamanismo y la fiesta del 30 de agosto, vinculada al "tiempo de renovación de la naturaleza" y, posteriormente, a la celebración católica de Santa Rosa (Citro 2004).
Desde mediados de la década del ochenta, durante el proceso de democratización de la Argentina y la consecución de la Ley Nacional sobre Política Indígena, los mocovíes formaron la Organización de Comunidades Aborígenes de Santa Fe (OCASTAFE), a través de la cual vivieron un proceso que, según la definición de uno de sus dirigentes, los condujo a "la identificación como aborígenes, a recuperar la identidad mocoví". Actualmente, existen diecisiete asentamientos mocovíes en la provincia de Santa Fe y grupos familiares en diversas poblaciones criollas.

Geografía
El pueblo Mocoví habita en la región del Chaco Austral, en las provincias de Chaco y Santa Fe (Argentina), donde también viven otros pueblos indígenas como los tobas, wichí y vilelas.
Actualmente, en la provincia de Santa Fe hay aproximadamente diecisiete comunidades mocovíes, tanto rurales como urbanas y periurbanas, asentadas en la llanura subtropical ubicada entre los ríos Paraná y Salado.
El área del río Paraná, y los numerosos arroyos, bañados y cañadas que lo rodean, es conocida por los mocovíes con el nombre de "la isla". Esta zona se constituyó en el hábitat fundamental para desarrollar actividades de pesca -principalmente de sábalo (Alosa sapidassima) y moncholo (Pimelodus albicans y otras especies del género Pimelodus)- y caza -de carpincho (Hydrochoerus hydrochoeris), nutria (Myocastor coypus), yacaré (Caiman latirostris y Caiman yacare), entre otros. Por otra parte, aún existen bosques, denominados "monte" por los mocovíes, en los que predominan quebrachos (Schinopsis balansae) y algarrobos (Prosopis alba o nigra). Sin embargo, el constante avance de las explotaciones forestales, la agricultura y la ganadería durante los dos últimos siglos, ha ido reduciendo notablemente las zonas boscosas y su fauna.

Lengua
La lengua mocoví (moqoit la'qaatqa) forma parte de la familia lingüística guaycurú, que incluye también a las lenguas toba, pilagá y caduveo. Se atribuyen, también, a esta familia las lenguas actualmente extintas abipón y, posiblemente, mbayá-payaguá y guachí (Loukotka 1968, Tovar y Tovar 1984, Greenberg 1987).
La situación sociolingüística entre los mocovíes dista de ser homogénea. En términos generales, pueden ser reconocidas dos grandes áreas en cuanto a la vitalidad de la lengua originaria: el sur de la provincia del Chaco, caracterizado por una mayor preservación lingüística y cultural, y la provincia de Santa Fe, donde el pueblo mocoví ha venido experimentando un rápido proceso de abandono de su lengua desde mediados del siglo XX. En esta provincia, área elegida para nuestra documentación, se produjo una ruptura en la transmisión intergeneracional de la lengua y, en la actualidad, solamente algunos adultos y los ancianos, especialmente las mujeres, continúan utilizando la lengua originaria.
Desde el punto de vista lingüístico, también se observan diferencias entre ambas áreas. La isoglosa fonológica que con mayor claridad distingue ambas variedades, incluso para los propios hablantes, es la palatalización de segmentos coronales, que opera regular y extendidamente en el mocoví chaqueño y sólo en contextos restrictos en la variedad santafesina
La estructura de la palabra en mocoví es morfológicamente compleja, con rasgos de polisíntesis. Las relaciones gramaticales son codificadas en el núcleo verbal/nominal, mediante la morfología pronominal y/o de otras marcas específicas. La expresión de los roles semánticos en la morfología pronominal, en términos de afectación del participante, permite caracterizar al mocoví como una lengua con sistema de caso activo/inactivo (Gualdieri 1998).
El orden de los constituyentes sintácticos es relativamente libre, con mayor frecuencia de SVO en las cláusulas transitivas, VS en las intransitivas y NA en el sintagma nominal.
Un rasgo característico es la expresión gramatical recurrente de parámetros espaciales. Por un lado, existe un conjunto cerrado de seis elementos que normalmente acompañan a los nombres y que se caracterizan por codificar parámetros semánticos configuracionales y deícticos, presentar propiedades tanto de clasificadores nominales como de demostrativos y entrar en procesos morfológicos de derivación de otras categorías lexicales (Grinevald 2000). Por otro lado, distinciones vinculadas con la locación y la direccionalidad se encuentran gramaticalizadas también en la morfología verbal (Gualdieri 2000).
Equipo mocoví
Beatriz Gualdieri (lingüista), Silvia Citro (antropóloga), María Hellemeyer (asistente antropóloga) y Marta Krasan (asistente lingüista).

Fuente del texto: http://www.caicyt.gov.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=50&Itemid=221&lang=es


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